La mayor sorpresa fué al ver que los aviones no estaban acordonados y que nos pudimos "meter hasta la cocina" puesque que todos estaban abiertos y había personal explicándo sus características.
Cabina del viejo Fokker, que parece que se quedará ya en tierra |
En un principio iba a haber también vuelo con una demostración de rescate, pero debido a los aún recientes acontecimientos en Cuatro Vientos, lo cual no logro entender. No tiene nada que ver lo uno con lo otro, pero como siempre, los vecinos se hubieran quejado.
Una joya de la aviación, una leyenda de los cielos |
Huele a nuevo |
Todos los tripulantes de las distintas aeronaves nos explicaron detalladamente todos y cada uno de los asptectos en los que estabamos interesados. Demostraron en todo momento gran amabilidad y simpatía hacia nosotros y nuestro interés por su trabajo y sus equipamientos.
También pudimos disfrutar de una pelicula sobre todo lo referente al ALA 48, sus misiones, equipos, gente y especificaciones. Buena organización y atención por parte de la base con puestos de bebidas y de parches y demás artículos.
Sin duda uno de los más solicitados fué el Canadair. No todos los días se puede acceder a semejante avión y hacerle fotos por todos lados, disfrutar de él. La cola llegó a superar los 45 minutos, lo que hacía imposible visitar todas las aeronaves.
Fué un gran día entre amigos y gracias a todo el personal de la base nos hemos sentido como en casa, disfrutando del buen ambiente reinante, la música y buen tiempo.
Gracias a todos los que lo hicieron posible y esperemos que se repita en años posteriores porque seguro que público no faltará.
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